miércoles, 30 de enero de 2008

Alimento de la semana: Tilapia

He estado preparando mi curso de estudio en el hogar recientemente, y uno de los temas al que le dediqué un poco mas de tiempo fue mi frustración acerca de la propagación de información errónea que hay sobre el pescado.

Tenemos una tendencia como nutricionistas de crear la percepción de que el único pez que tiene omega-3 –  y, por tanto, vale la pena comer - es el salmón.

Yo vivo en Phoenix. Nos encanta el salmón aquí, tanto como a los demás, pero no es un pescado local. Es estacional. Y es caro. Tampoco es la mejor opción si usted tiene problemas con el olor o el sabor de pescado. Y para muchos de mis clientes, simplemente no es una opción asequible.

Esta idea que uno tiene que comer salmón para obtener su omega-3 no se basa en los hechos y la verdad.

Hace unos años hice un análisis de todos los mariscos. Y resulta que si come almejas, camarones, salmón, bagre, o los mejillones, está recibiendo omega-3 en su dieta. Por lo tanto, ¡coma lo que pueda obtener localmente a un precio asequible, y disfrutelo!

Tengo un cariño especial hacia la tilapia, porque es un pescado suave, es asequible, disponible en la mayoría de los supermercados, y muy factible para alguien que no es un gran amante del pescado. Tambien me encanta este pez, porque es de cría, lo que significa que tiene el potencial para alimentar a un montón de gente, ya que es un recurso sostenible.

¿Ha considerado lo que le hacemos a la pobre población de salmón salvaje, cuando todos dejamos de comer otros peces y comemos este solamente? No es lógico suponer que hay suficiente salmón salvaje en el mar Pacífico para alimentar a cada persona en el planeta.

Si no eres un amante de la tilapia, visita a este sitio web: www.montereybayaquarium.org. Ellos tienen una gran lista de opciones de mariscos que son sostenibles y, por tanto, los que se deben comprar en los supermercados o pedir en los restaurantes. Me sorprendí al ver las especies populares que son sobreexplotadas y mis hábitos de compra han cambiado para reflejar lo que he aprendido.

Escrito por Monika Woolsey. Traducido por Ivonne Berkowitz.

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